La Antracnosis es una de las enfermedades más destructivas del olivar y una de las que más afecta a la calidad del aceite. Por ello, dedicamos un post en el que os contamos nuestras experiencias en el manejo de esta enfermedad en las fincas que gestionamos.

La Antracnosis en el olivar ha experimentado un repunte en los últimos años, debido a la dificultad que presenta en su manejo.

Es una enfermedad aérea causada por varias especies del género Colletotrichum, y es considerada como la afección más importante de la aceituna. Afecta a la cantidad y calidad de la cosecha, produce aceite con alto grado de acidez y deja de ser apto para el consumo.

En esta pasada primavera, marcada por elevada pluviometría y las temperaturas suaves, la Antracnosis afectó gravemente a olivares con cultivares susceptibles como Hojiblanca o Picual.

Síntomas

Los síntomas más característicos se aprecian en el fruto y las ramas.

En el caso de fruto, este presenta manchas de color ocre, dando lugar a una podredumbre parcial o total. Puede darse en aceitunas verdes y maduras, dependiendo de la presión de la enfermedad y condiciones ambientales.

En cuanto a las hojas y ramas, inicialmente las hojas aparecen necróticas. En infecciones severas puede llegar a la defoliación y secado de ramas debido a la toxina que libera el hongo en las aceitunas afectadas y que se moviliza a las ramas.

La infección de la aceituna se produce en todas las etapas de su desarrollo, desde la emergencia de las yemas florales hasta la maduración (Moral et al., 2009) y se desarrolla bajo las siguientes circunstancias climáticas:

  1. Temperatura: 20-25ºC
  2. Humedad Relativa media superior al 98%. El agua libre sobre los frutos, lluvia o rocío durante 2 o 3 días favorece la germinación de las conidias.

Existen diferentes medidas de gestión y control de la Antracnosis. En nuestro caso, utilizamos estrategias basadas en tecnología de precisión con las que es posible conocer a tiempo real las condiciones climáticas de la finca, evaluar el riesgo de sufrir una determinada enfermedad y prevenir su desarrollo. Esta estrategia nos resulta muy efectiva y consecuente con nuestro modelo ecológico, ya que, nos permite adelantarnos al problema.

Utilizando sensores de Humedad relativa, sensores de humectación foliar y sensores de Temperatura en campo, podemos observar la tendencia de estas medidas para saber cuando se reúnen las condiciones óptimas para el desarrollo de la enfermedad.

Analizando los gráficos y realizando visitas periódicas a las fincas, realizamos los tratamientos previniendo la enfermedad en tiempo y forma para que esta, no se desarrolle.

Para combatir la Antracnosis en régimen ecológico, la mejor opción es el tratamiento con Oxicloruro de cobre 52% para evitar la infección del hongo. Estas condiciones normalmente se dan en primavera y en los meses posteriores al verano, incluso finales de agosto en algunas zonas.

En zonas donde la Humedad relativa, las nieblas o la lluvia es frecuente, se puede reducir la persistencia de los tratamientos fungicidas. Por lo tanto, se necesitan varios tratamientos para controlar la enfermedad, sin superar el límite permitido de cobre en el cultivo. En zonas donde la Antracnosis es un grave problema, dos o tres tratamientos preventivos desde mediados/finales de septiembre hasta finales de diciembre con Oxicloruro de cobre se consideran bastante efectivos contra la enfermedad, en cambio en condiciones de alta Humedad se pueden reducir significativamente la eficacia de los tratamientos (Agosteo et al., 2007).

Esperamos que este artículo nos haga aprender sobre el manejo de esta enfermedad que afecta a nuestros olivares. Si necesita más información no dude en ponerse en contacto con el Departamento Técnico de CRISARA.

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